De todos es conocido el invento español de la fregona, idea eficiente y eficaz que con una fácil serie de pasos (mojar, escurrir, aclarar), consigue facilitar la vida en la limpieza profesional. Sin embargo existen otros modos de fregar cada vez más extendidos.
En ésta ocasión hablaremos del fregado húmedo utilizando mopas. Las mopas tradicionalmente se utilizan para recoger polvo, pelusas y demás suciedad en suelo seco, pero también pueden utilizarse en mojado, ligeramente húmedas utilizando un mojador de mopas que limpia dejando una fina capa que repele el polvo, o bien utilizando nuestro detergente habitual diluido en agua. Para ello necesitaremos una mopa de fácil escurrido y de no demasiada longitud para hacer manejable la tarea.
Las mopas de fregado aportan las siguientes ventajas:
– Mayor superficie de fregado. Al ser horizontal, la superficie de contacto con el suelo es mayor.
– Más rapidez. Al hacer el movimiento de zigzag, se evita que se queden zonas sin limpiar.
– Mayor eficacia. Pues barren a la vez que friegan.
– Más versátil. Puede utilizarse en zócalos, esquinas, paredes de azulejos. Además alcanzan todos los rincones, bajos de muebles, etc.
– Mayor ahorro. Ya que las mopas de microfibra soportan más de 500 lavados en lavadora, algo impensable para cualquier otro producto en algodón.
En el siguiente vídeo os presentamos nuestra mopa de fregado húmedo en microfibra, provista con bolsillos para adaptarse a soportes como nuestro soporte imantado para mopa que facilita el montaje y desmontaje de la mopa con un simple gesto.