Con la lluvia, polvo, calor y frío, las persianas quedan muy resentidas y envejecen rápido si no se cuida de la forma correcta.
Muchas veces habrás intentado limpiar las persianas y habrás notado que limpiar las persianas por fuera es bastante tedioso, sobre todo si vives en bloques de piso o intentas limpiar las persianas de una segunda planta. Se corre un gran riesgo que no garantiza un resultado efectivo.
Por lo tanto, a conntiación te explicamos cómo limpiar una persiana por fuera sin correr riesgos y dejando un resultado de diez.
Para limpiar una persiana por dentro y por fuera es necesario hacerlo desde el tambor. De esta forma no será necesario inclinar el cuerpo por la ventana ni quedarán zonas inaccesibles, sobre todo si la persiana se encuentra a una altura peligrosa.
Pasos para limpiar una persiana
En primer lugar debemos desatornillar o desencajar la tapa que cubre el tambor de la persiana. No resulta una tarea muy tediosa y se hace en solo unos segundos. Una vez la tapa quitada, tendremos que bajar la persiana por completo hasta que se haya desenrollado del tambor.
¿Qué productos necesitamos para eliminar toda la suciedad de la persiana? Muy fácil. Para comenzar a limpiar la persiana sólo tienes que tener dos bayetas, una que mojaremos y otra levemente húmeda que nos ayudará a secar y retirar excesos y un recipiente o barreño con agua y un limpiador amoniacal.
También puedes hacer la disolución del limpiador amoniacal en agua e introducirlo en una pistola o difusor si te resulta más cómodo.
El siguiente paso es comenzar la limpieza de arriba hacia abajo. Si la persiana está muy sucia, notarás que la suciedad cae cuando aplicas la solución de agua y limpiador amonical. Cuando tengas la primera parte húmeda con el limpiador, coge una de las bayetas y ve eliminando toda la suciedad. Lo ideal es que caiga hacia abajo, que más tarde limpiaremos al ir terminando parte por parte.
Cuando tengas limpia la primera parte de la persiana, con la segunda bayeta (no estará sucia) elimina los excesos de agua o limpiador amoniacal que haya podido quedar. Utilízala para secar y eliminar restos de suciedad que haya podido quedar.
Por último, recoge o pliega la parte limpia de la persiana en el tambor y sube hasta que la siguiente parte sucia quede a tu altura para comenzar a limpiar. Repite el proceso anterior.
Lo ideal es que cambies y renueves el barreño o cubo con agua y limpiador amoniacal ya que éste quedará con un color grisáceo tras sumergir la bayeta con suciedad de la persiana. Al cambiar el agua y renovarla te aseguras de que la limpieza y resultado del siguiente tramo de la persiana quede tan impecable como el primero.
Repite este proceso las veces que sea necesario hasta que la persiana quede totalmente limpia.
¿Qué limpiadores amoniacales son aptos para la limpieza de persianas?
A continuación te recomendamos una serie de limpiadores con amoniaco que son aptos para la limpieza de persianas o cualquier otro tipo de superficies.