En otros post anteriores hemos visto trucos y consejos para limpiar cristales en casa de forma rápida y cómoda con vinagre de limpieza o vinagre blanco que todos tenemos en casa.
También te contamos cómo limpiar las ollas de casa con vinagre.
Pero lo cierto es que para limpiar cristales con vinagre no hay una sola fórmula correcta. Es decir, podemos combinar el vinagre con diferentes productos para tener un limpiacristales potente que los dejará relucientes e impecables.
Vinagre y bicarbonato
Ambos productos por separado son productos que todos debemos tener en casa sí o sí. Imprescindibles. Tanto para el ámbito culinario como para la limpieza. Pero esta vez nos quedamos con estos dos productos para crear un limpiacristales potente y eficaz. Coge papel y lápiz y anota:
En medio litro de agua, vierte una cucharada de bicarbonato y 62ml de vinagre de limpieza o vinagre blanco y mezcla bien hasta que todo esté homogeneizado.
Luego, con una bayeta, paño o esponja, distribuye la mezcla por los cristales. Frota y realiza movimientos en la misma dirección para evitar dejar cercos.
Deja actuar la mezcla de vinagre y bicarbonato unos minutos y, por último, con una bayeta de microfibra, retira toda la mezcla de los cristales (escurriendo la bayeta) hasta que queden perfectamente limpios.
Vinagre y limón
Este es otro limpiacristales muy utilizado en limpieza y que todos podemos realizar en casa. Gracias a las propiedades cítricas del limón, la mezcla resulta un gran limpiador casero de suciedad incrustada.
Solo tienes que:
Añadir en un recipiente agua templada, vinagre de limpieza o vinagre blanco y el zumo de un limón. En esta mezcla debe predominar el agua templada antes que el vinagre y limón.
Agita bien el recipiente (o la mezcla) hasta que todos los productos estén bien integrados. Luego, esparce la mezcla por los cristales y, con la ayuda de una bayeta de microfibra o paño de microfibra, haz movimientos rectos en la misma dirección para limpiar el cristal sin dejar marcas.
Cambia la bayeta cuando notes que esté suficientemente sucia hasta que hayas retirado todo el producto del cristal y éste haya quedado limpio.
Un súper consejo: no limpies los cristales los días de mucho sol. Puede provocar que la mezcla se seque demasiado rápido y deje cercos en los cristales. Por el contrario, es ideal limpiar los cristales los días nublados o a horas en las que aún reciban los rayos del sol directamente.