La seguridad en la compra online

por | 23 de enero de 2013

El comercio electrónico y la adquisición de productos o servicios a través de la Red suele producir desconfianza en un gran número de usuarios que no terminan de ver claro los cauces por los que discurre su dinero, la seguridad al introducir sus datos o, incluso, la posibilidad de que, tras efectuar el pago, nunca lleguen a recibir el producto.

Sin embargo, aquellas plataformas que cumplen los mínimos requisitos de seguridad ofrecen un servicio tanto o más seguro que cualquier tienda física. Pero, ¿cuáles son estos estándares exigibles? ¿de qué manera puede conocer el consumidor si se encuentra en un entorno fiable? Comprender esto y superar los miedos puede ayudar a que cada vez más personas conozcan los beneficios de comprar online, como se ha comentado anteriormente en este mismo blog.

En primer lugar, es bueno saber que, si la compra se hace a través de una tarjeta de crédito, el cliente proporciona los datos de la misma forma que haría en una tienda física. A partir de este punto, ya interviene la pasarela de pagos o TPV (Terminal de Punto de Venta) del banco o caja del propio comprador, y es esta entidad la que dota de seguridad al proceso a través de un protocolo especial que garantiza la protección de la información, normalmente mediante la tecnología SSL. En la gran mayoría de casos, es el mismo cliente quien configura este nivel de seguridad con la entidad financiera a través de distintos códigos que solo él conoce.

Aunque esta es la más extendida, hay muchas otras formas de  pago que también cumplen con todos los requisitos de seguridad, como la transferencia bancaria a la cuenta del proveedor o mediante plataformas con amplia trayectoria en Internet, entre las que destaca Paypal. En todos estos casos, la empresa nunca accede a la información de los datos bancarios ya que todo se realiza a través de un servidor seguro de la propia entidad financiera.

Además, el usuario debe tener siempre en cuenta una serie de premisas. Por un lado, no proporcionar nunca los datos de la tarjeta por email o por teléfono y utilizar un ordenador que cuente con un antivirus actualizado. Por otra parte, debe prestar atención a determinados datos que la empresa tiene que exponer claramente, según la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico. Estos son la razón social; NIF; contacto; datos de inscripción en el Registro; precios de sus productos, indicando los gastos de envío; así como impuestos y política de devoluciones. Además, una vez terminado el proceso, el proveedor debe enviar un acuse de recibo de la compra al cliente, que este debe conservar.

Por último, es importante buscar en la página web la presencia de un certificado que acredite la seguridad y calidad de la empresa. En este sentido, destaca el Sello de Confianza Online, que se entrega a aquellas que suscriben los principios basados en su Código Ético, de obligado cumplimiento. En función de este, se aplican las reglas necesarias para resolver los problemas que se produzcan con el apoyo del Jurado de Publicidad de Autocontrol y de la Junta Arbitral Nacional de Consumo.

Aunque esta es la más extendida, hay muchas otras formas de  pago que también cumplen con todos los requisitos de seguridad, como la transferencia bancaria a la cuenta del proveedor o mediante plataformas con amplia trayectoria en Internet, entre las que destaca Paypal. En todos estos casos, la empresa nunca accede a la información de los datos bancarios ya que todo se realiza a través de un servidor seguro de la propia entidad financiera.

En el caso de Clim Profesional, a la autorregulación relacionada con este Sello de Confianza Online se le suma el Certificado Quick SSL de GeoTrust, que cifra y otorga máxima privacidad a los datos que se proporcionan. Todo ello crea un escenario de máxima seguridad para que los clientes realicen sus compras con total tranquilidad.