El calor pide agua. El agua de una piscina o playa. Y la piscina o playa pide amigos y barbacoa. E irremediablemente tras usarla, debemos limpiarla.
Al principio puede parecer misión imposible pues los materiales que se usan como carbón o aceites son corrosivos y difíciles de eliminar. Pero debemos hacerlo si queremos conservarla y mantenerla en buen estado.
Hay muchos trucos caseros como mojar hojas de periódicos en posos de café o en aceite de cocina y frotar; pero aquí te traemos una serie de consejos y productos diseñados especialmente para la limpieza de barbacoas que dejarán un resultado increíble.
Es muy importante tener en cuenta que debemos limpiar la barbacoa cuando ya esté completamente apagada y a ser posible, fría.
En primer lugar, debemos limpiar la zona en la que encendemos el carbón o leña, recogiendo con un cepillo todas las cenizas y restos sobrantes. Tras esto, debemos limpiar la parrilla. Aquí es donde encontramos más suciedad de grasa y alimentos que no conseguiremos eliminar por completo del metal utilizando un estropajo normal, sino con un estropajo de fibra negra o si empleamos una piedra de limpieza.
Esta piedra de limpieza es un producto ecológico de vidrio, inofensivo para la salud, hipoalergénico y respetuoso con el medio ambiente. Además, no absorbe agua ni olores, lo que lo hace un producto ideal para limpiar cocinas o barbacoas.
En el caso que prefieras utilizar desengrasantes y limpiadores de parrillas y barbacoas específicos puedes utilizar un desengrasante universal profesional o un limpiador de parrillas y barbacoas, apto también para planchas de acero inoxidable.
Este tipo de desengrasantes específicos son ideales para disolver la grasa y comida requemada y que sea mucho más fácil limpiar y rascar la suciedad.
No nos podemos olvidar de algo muy importante: la persona que la limpia. Al tratarse de una zona caliente y peligrosa, debemos protegernos al limpiar. Y el trío de productos para limpieza de barbacoas lo completa los guantes especiales para altas temperaturas.
¡Ya sabéis! Ahora ya no queda nada más que encenderla y disfrutar de una apetitosa comida en una barbacoa limpia, ¡feliz verano!